El 23 de noviembre de 2020 la Superintendencia de Pensiones se sumó a la tendencia mundial de incorporar criterios de sustentabilidad y responsabilidad social a las inversiones realizadas por las Administradoras de Fondos de Pensiones.
Juan José Grez G-H.
A través de la emisión de la Norma de Carácter General Nº 276, que modifica el Título I del Libro IV y el Título XIV del Libro V, ambos del Compendio de Normas del Sistema de Pensiones, y la Resolución Nº 43, que modifica la Resolución Nº 153, cuyo texto contiene el Modelo de Supervisión Basada en Riesgos, la Superintendencia de Pensiones dio un importante paso hacia lo que se conoce como Inversión Socialmente Responsable y los estándares ASG (por su sigla en inglés “ESG”). De esta manera, las Administradoras de Fondos de Pensiones (“AFP”) deberán incluir dentro de sus políticas de inversión y gestión de riesgos la “adecuada gestión de las oportunidades y riesgos derivados del cambio climático y los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG)”, según lo dispone la primera de las normas ya citadas en este párrafo, asignando responsabilidades a los directorios y gerentes generales de las AFP sobre la correcta implementación de la nueva normativa.
Lo anterior implica no sólo incorporar dichos riesgos en el alcance de la evaluación interna de inversiones, sino que también conlleva, en primer lugar, identificar un marco de referencia definido para su gestión; en segundo lugar, definir criterios generales de riesgos para los procesos de inversión, debiendo abordar al menos los siguientes aspectos: /i/ Incorporación de la evaluación de las prácticas de gestión de los riesgos en los emisores y vehículos de inversión en los que se invierta, incluyendo la calidad de la información divulgada por esas entidades, y /ii/ Identificación de métricas utilizadas para medir la exposición de la cartera a estos riesgos; y, por último, la implementación y descripción de los principales mecanismos que compromete la AFP para la “promoción en los emisores y vehículos de inversión de las buenas prácticas de gestión de riesgo y de divulgación de información”.
La emisión de las normativas destacadas en la presente nota va en línea con el denominado “Acuerdo Verde” del sector financiero, compromiso voluntario suscrito con fecha 18 de diciembre de 2019 por entidades representativas del sector público y privado, entre las cuales se cuentan el Ministerio de Hacienda, la Comisión para el Mercado Financiero, el Banco Central de Chile, el Banco Estado de Chile, la Superintendencia de Pensiones, ACAFI, AAFM, BCI Corredores de Bolsa, BTG Pactual AGF, entre otros. Se trata de una iniciativa cuyo objetivo es contribuir a la estabilidad financiera y a la responsabilidad en materia climática.
Además de la incorporación de los riesgos asociados al estándar ASG y al cambio climático en sus políticas de inversión, según ya se mencionó, las AFP deberán publicar un reporte anual que contenga, en primer lugar, los “factores financieros relevantes considerados en sus decisiones de inversión y análisis de riesgos”, haciendo mención expresa al tratamiento de los riesgos relacionados con el cambio climático y el conjunto de factores de riesgos ASG, de acuerdo con ciertas características específicas establecidas en las nuevas normativas, y, en segundo lugar, el detalle de “las principales acciones desarrolladas por las AFP orientadas a la promoción, en los emisores y vehículos de inversión de las buenas prácticas”, las que se podrían identificar con la inclusión de ciertas cláusulas a los contratos de inversión a través de side letters. Asimismo, las AFP deberán considerar dichos riesgos en los procesos de selección de empresas y vehículos en donde se inviertan los recursos de los fondos de pensiones.
Las modificaciones establecidas tanto por la Norma de Carácter General como por la Resolución entrarán en vigencia a partir del 03 de mayo de 2021. Además de lo anterior, las AFP deberán enviar a la Superintendencia de Pensiones a más tardar el 01 de junio de 2021, la modificación correspondiente de sus políticas de inversión, ajustándolas a las modificaciones ya mencionadas.